Es curioso, que cuanto más conectados estamos, menos nos comunicamos. Antes, la gente enviaba cartas para saber de amigos, familiares,... ahora, ni siquiera una triste postal.
Es curioso, ver cómo teniendo móviles, teléfonos fijos (en casa, en el trabajo, ...), correo electrónico (incluso en el móvil), no nos comunicamos tanto, llamamos a la gente, por Navidad, en su cumpleaños o porque ha ocurrido un evento (alegre o triste), pero nada más. Es verdad que influye mucho la edad, los críos, sobre todo en la edad del pavo, pueden tirarse media tarde hablando con su amigo/a del alma, al que ha visto pocas horas antes.
La verdad es que es una pena, que ahora que podemos aprovechar la tecnología para mantener relaciones que antes era, prácticamente imposible, no lo hagamos.
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