Después de cinco años con Vodafone ADSL, hemos decido dejarlo y volver con Movistar. No es que nos guste más, pero quien diga que no hay monopolio, se equivoca. En la zona que estamos, quien llega es Movistar, por lo que el resto de operadoras, no tienen más remedio que dar cobertura indirecta, esto es, pasando por Movistar y claro, si tiene que ir una línea mal, la que lo hará será las indirectas.
Aún así, ese no ha sido el causante de la decisión de volver con Movistar, pero sí el detonante. Ya os hemos contado varias de las aventuras vividas con Vodafone. Entre otras cosas, que no permiten que se muestre el número fijo al que llamas, porque realmente se usa un móvil, cuando nos dieron de baja, por error, la línea de backup de ADSL y las muchas facturas que hemos tenido que reclamar, por estar mal hechas.
Aún con todo esto, no tenemos todavía lista la línea con Movistar y ya estamos llenando el vaso del hartazgo. Por ejemplo, te permiten ver en la web el estado del pedido y no sale información del mismo. Cuando llamas, tampoco están informados y por último, para instalar el teléfono, va un técnico a tu casa, te guste o no.
Así, que volvemos con la odisea que trae asociada el cambio de compañía y, muy probablemente, tendremos que reclamar, tanto a uno, como a otro, las próximas facturas.
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