El título del post de hoy es algo que muchos buscamos, y rara vez se consigue.
Ser tu propio jefe te da muchísimas satisfacciones y ventajas. Pero a la vez, mucho trabajo y desventajas.
Valorar que es lo que queremos tener en el trabajo y en la vida personal es, muchas veces, lo que diferencia a un empresario de un asalariado. La delgada línea entre el empresario millonario y el asalariado que llega justo a fin de mes, es mucho más delgada de lo que se puede pensar. Simplemente hay que echarle valor a tu idea.
Si tienes una idea ponla en marcha, tienes muchas posibilidades de sacarla adelante, de lo contrario pasarás mucho tiempo preguntándote si habría funcionado.
Muchos no lo hicimos y ahora no somos mas que simples asalariados, que no llegamos a fin de mes.
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