Hoy en día las empresas de servicios crecen como setas. Es un negocio con bastante poco riesgo, ya que suelen tener muy poca infraestructura (las que empiezan), y sólo contratan a una persona, cuando el cliente da el si quiero. En el momento en que el cliente rompe su relación con ese trabajador, la empresa de servicios, rompe el contrato con el mismo. Por esto su bajo riesgo, mientras está un empleado en tu empresa, está dando dinero.
Pero como hay tantas, surge el problema del margen con el que se opera, un cliente suele pedir gente a varios de sus proveedores (las empresas de servicios), estas le mandan perfiles, y el que más le convenga es contratado. ¿Por qué el problema es el margen? Porque al tener tantas la tarifa la pone el mismo cliente, por lo que llega un momento en que la empresa de servicios, tiene dificultades para encontrar un candidato dispuesto a trabajar por el dinero, que le de ese margen por no hacer nada.
La verdad es que siendo un negocio redondo, es fácil que muchas de las pequeñas no lleguen a crecer, porque las grandes pueden, en muchos casos, permitirse el lujo de tirar los precios por los suelos, y las pequeñas no. Y este es el mundo en el que nos movemos, empresas de carne (como nosotros las llamamos), que te ponen kilo y cuarto de programador, o un entrecot de analista, barato, barato.
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