El fin de semana estuvimos de viaje y probamos el acceso 3G en ruta. Sorprendentemente navegábamos a una velocidad normal, la que teníamos en casa o incluso algo mayor. Luego hicimos más pruebas en el pueblo de destino y por último a nuestra vuelta a casa. Los registros que obteníamos eran siempre los mismos.
Nos pusimos a pensar y nos dimos cuenta que para hacer la prueba siempre habíamos navegado a través de la VPN del trabajo. Por lo que hicimos una última prueba, que era navegar sólo con el acceso 3G. Increible, pero cierto, la velocidad se había multiplicado por 4.
Una vez visto esto, sólo nos queda pensar que la VPN, al meterte en la red interna de la empresa, va igual de rápido que la red interna. Lo que hace comprobar, una vez más lo mal cualificados que están en las empresas a la hora de contratar expertos en redes, que no consiguen que los límites de su red los ponga quien se conecta y no ellos mismos.
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