Te levantas con dolor de cabeza, alergia, sin ganas de ir a trabajar (esto es algo habitual), vas al trabajo, estando como estás las ideas no fluyen por tu cabeza, acabas la jornada, bajas al coche y te encuentras que un mal nacido, por ahorrarse una maniobra te ha hundido la aleta.
¿Por qué el ser humano es tan egoista? ¿Qué cuesta dejar al que le has dado un golpe una nota, con tu teléfono, para solucionar el problema que le has causado? La verdad es que es una pena. Hace tiempo nos dieron un golpe en un aparcamiento y cuando nos bajamos para hacer los papeles nos dice el contrario, pero si no es nada, ¿por esto vas a gastar un parte? ¡Qué cara mas dura tiene la gente! Por su puesto hicimos el parte, y llevamos el coche al taller.
Esta vez no ha sido mucho, así que como ya tenemos varios golpecitos, que si una puerta que abren sin cuidado por aquí, el macarra de ayer por allá, los que se apoyan con la cerveza por el otro lado, poco a poco acumulas hasta que decides que ya tienes bastantes chorradas y lo llevas al taller. Lo dicho, una pena de humanidad.
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