¡Cuanto tiempo sin tocar uno de esos! Ayer nos pidieron preparar un equipo PIII con 256 Mb de RAM, para donar a una ONG. Ya que estábamos, ampliamos su gran disco de 20 Gb, con los 2 Gb adicionales de un Pentium, todavía más obsoleto. Lo que nos ha costado ponernos a tono con el enganche de los discos. Y es que en los tiempos que corren, vamos quedando muy pocos que trasteemos con los PC. Unos porque nos hemos pasado a los portátiles y hay poca mano que meterles y la otra, porque nos volvemos mas o menos vagos y no nos gusta tanto trastear.
Pero vamos a lo que íbamos, no recordábamos aquello de poner los puentes a los pines que deciden si un disco es maestro en su bus o esclavo. Al final hemos logrado que funcionen, tanto la disquetera, como el CD, como los dos discos, pero claro, haciendo unas cuantas pruebas con el puente.
En resumen, cada bus puede tener, normalmente, un maestro y un esclavo. El maestro tiene que tener los puentes en los pines 3, 4 y 7, 8. El esclavo por el contrario en los pines 5, 7. Por lo menos así hemos conseguido que ambos discos sean reconocidos y funcionen. Lo dicho, ¡qué tiempos, cuando sabíamos hacer estas cosas de carrera!
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