Cuando alguien hace algo incorrecto, debe subsanarlo para que quede correcto. Lo gracioso de esto, es que no se aplica de la misma manera a todo el mundo. Si una persona de a pie, por un error de su banco, no paga el recibo del teléfono, tiene que pagar ese error con sus intereses de demora. Ahora bien, si a esa misma persona, telefónica le deja sin Internet un día, tiene que llamar al 1004, informar del problema, que ellos te lo acepten, esperar a cobrar, la parte proporcional a ese día, de lo que les pagas (olvídate de los intereses). Si todo va bien lo cobrarás, pero es que además, lo normal, es que tengas que insistir, para que te hagan caso.
Desde luego esta poca protección, que tenemos los ciudadanos ante las grandes corporaciones es lamentable. En teoría el estado debe proteger a las personas físicas, no jurídicas, como habitualmente hace. Por supuesto, esto no es una crítica al gobierno actual, ya que no conocemos un sólo tipo de gobierno, en el mundo, que no permita esa desigualdad a favor de las personas jurídicas.
Parece claro que las empresas, son las que mueven los países y con ello, las que tienen TODOS los DERECHOS y NINGUNA OBLIGACIÓN. Una vez más, poco para el currito, mucho para las empresas.
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