Y es que en las comunidades nuevas, la gente no se conoce, las normas se están elaborando y claro, pasa lo que pasa. Abres la piscina y entra cualquiera a disfrutar de ella.
Es útil montar sistemas que permitan, por un lado disfrutar de las zonas comunes a todos los vecinos y por otro que no sean una molestia para los usuarios. Aquí es donde la informática nos puede ayudar, permitiendo la entrada en las zonas comunes a través de tarjetas magnéticas, que activan la apertura de puertas por proximidad. Esto facilita el control del acceso y permite que para los usuarios las molestias sean mínimas, ya que con acercar el bolso, toalla o donde lleves la tarjeta al lector, podrías pasar.
Si la gente fuese más civilizada, no serían necesarias estas medidas, pero desgraciadamente en este país la cara dura abunda en exceso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta lo que quieras, pero no lo uses para hacerte publicidad, o el comentario será eliminado.