Normalmente, cuando alguien va a comprar algo, suele mirar varias tiendas, diferentes marcas, etc... El objetivo es, claramente, ahorrarte unos euros. Realmente esa búsqueda, a parte de ahorrarte unos euros, lleva consigo un riesgo. Si buscas un coche de unas características y te compras un Mercedes, el riesgo de que salga malo es pequeño, ahora bien, si con las mismas características el que te comprar es uno recien salido al mercada de una marca poco conocida, el riesgo de que sea malo es mayor.
De aquí viene el dicho, lo barato, sale caro. Por eso, para valorar el riesgo tenemos que ver, ¿cuánto uso le vamos a dar?, ¿cuántas personas diferentes van a utilizarlo?, ¿qué recomienda el fabricante?, etc... con todo valorado, podrás saber si el riesgo que corres es muy alto, o por el contrario, tampoco es para tanto y puedes irte a lo barato, que no te saldrá caro.
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