Hemos recibido un curioso correo hablando de poner en práctica, el principio básico del socialismo en un aula. Nos ha gustado y demuestra, cómo hay cosas, que aún siendo, teóricamente, lo mejor, no pueden llevarse a la práctica.
La teoría del socialismo, básicamente pues es más complejo, es que los bienes obtenidos por todos se repartan equitativamente. Eso llevado al ejemplo del aula, serían las notas, una vez hechos los exámenes, se saca la nota media y esa será para todos. Obviamente, las notas medias, suelen ser aprobado, por lo que todos aprueban. Pero por el hecho de ser personas, con ambiciones, los que normalmente no estudian, estarán encantados y los que estudian, cabreados. Esto lleva a que poco a poco, los que no estudian, lo hagan menos y los que estudian también, ya que no van a obtener nunca una gran recompensa por su esfuerzo. Por lo tanto, irremediablemente, con el tiempo, lo que era aprobado general, se convierte en suspenso general, empiezan las trifulcas entre los alumnos y el malestar.
Por eso, en el mundo en que vivimos hay modelos que no se pueden aplicar, lo que hay que intentar, es dar a cada uno lo que merece en base a su esfuerzo, de modo que se siga esforzando. En las empresas ocurre lo mismo, contratas a una persona, dándole lo que merece, pero en el tiempo, dejas de cuidarlo, obviamente su rendimiento bajará cuanto menos lo cuides.
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