Cuando se tiene prevista una cena con amigos un Viernes, pero has tenido una semana, para olvidar, aparecen sentimientos encontrados. Por un lado, las ganas de llegar a casa y dormir todo el fin de semana y por el otro ver a los amigos, que no ves muy habitualmente.
Es muy difícil decidirse por uno de los dos sentimientos, pero siempre uno tiene que vencer.
La decisión puede complicarse si, además, tienes pareja y no le apetece nada que te vayas. Ya entra un factor, que muchas veces complica las cosas hasta extremos insospechados.
Por eso, la vida que vivimos en la actualidad es tan complicada, compromisos, decisiones, en el trabajo, en la vida social, en la familiar, hacen que estemos permanentemente dándole vueltas a la cabeza, para intentar contentar a demasiada gente. La vida hay que tomarla con mucha más calma y hacer lo que en cada momento te apetezca, aunque tengas sentimientos encontrados.
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