Y es que, por mucho que nos duela, es así. Siempre se nos ocurre una chapuza, para arreglar, o al menos, ir tirando, cuando tenemos una avería donde sea. Lo malo es, cuando el chapuza, es el técnico que viene a solucionarte el problema.
Pues así es. El otro días nos arreglaron un toldo automático, por un problema que tenía el motor, que hubo que cambiar, y al cambiar el motor, tuvieron que programar el mando para ese motor y el sensor de sol-viento asociado. Todo fue bien, hasta que reprogramaron en sensor sol-viento. Se quedaron con una pieza en la mano y la solución técnica fue, pegarlo con superglue. No nos pareció una mala solución, ya que, normalmente, esa pieza suele ir enganchada a otra y lo que creimos que habían pegado, era una a la otra.
Pero como el sensor, no funcionaba, decidimos volver a llamar al técnico, vino otro, que al ver lo que había hecho el anterior, nos cambió el sensor y punto. Pensaba que al echar pegamento, habría estropeado el circuito, o lo que fuese.
Así que, como podemos observar a nuestro alrededor, hay mucho chapuza suelto, lo difícil es encontrar al técnico de verdad, al que le interesa el cliente y que tiene ganas de superarse. De hecho, muchas veces, nos preguntamos si existe realmente. Nosotros lo intentamos, pero no siempre podemos hacerlo.
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