No vamos a hablar de los que todo el mundo conoce, sino de los que nosotros llamamos así. Son los responsables de las personas, en las empresas de servicios. El nombre nos viene, de cuando uno de ellos llega a ver a un gerente de una compañía y le dice, ¿qué te hace falta? a lo que contesta, dos programadores, un analista programador y un jefe de proyecto, luego el carnicero se despide, mañana te los traigo, un abrazo.
Obviamente, no es tan exagerado, pero se le acerca. La razón es sencilla. Son personas que llevan, según la empresa, en torno a 100 - 200 personas cada una. Todas estas personas, tienen sus problemas, sus inquietudes, sus ganas de crecer, etc... En teoría, estos carniceros, deberían ayudarles en la consecución de sus objetivos, pero claro, suelen estar atados desde la dirección. Este impedimento, lo que consigue es que esas personas cobre un sueldo (que no suele ser bajo), por llevarles las nóminas, los tickets de comida, los aumentos (cuando tocan, que no es muy a menudo), etc...
La idea del carnicero, no es mala, es acercar la compañía a los empleados, pero para ello, se les debería dar poder de decisión. Es más, tendrían que tener permiso para negociar con el cliente. En muchos casos, tienen ese permiso, pero por no enfrentarse al cliente o a la empresa, son pasivos.
Este es uno de los grandes problemas de las empresas de servicios, además de ser una de las principales razones del hartazgo de los empleados al ver, que sus peticiones, la mayoría de las veces, cae en saco roto.
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