Las ideas son eso, ideas, pero claro luego viene la parte del adorno. Y lo que está claro, es que el adorno vende mucho. Pero hay otra parte fundamental y es el que entrega la idea y su adorno. Depende del que la ofrezca, puede que te la compren o que te la tiren a la cara.
Por eso, una idea depende mucho de la persona que la venda, para triunfar. Puedes tener la mejor idea, pero los contactos erróneos y te la comerás. Mientras que otro, que tenga buenos contactos, conseguiría venderla sin problemas.
La verdad es que es una lástima, ya que salen adelante malas ideas y tiran por tierra ideas muy buenas. Además, lo que es más grave, es que tiene mala solución, ya que viviendo en sociedad, siempre alguien conoce a otro, que le dice al de más allá y al final, te hace decidir el entorno y no la idea, que sería lo realmente importante.
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