Los que unas veces, más que otras, leemos propuestas de empresas para hacer algún proyecto, estamos más que acostumbrados a leernos bastantes páginas, que suelen explicar lo maravillosa que es la empresa y lo bien que haría el proyecto si les eliges. Por eso, estas páginas, por norma general, se pasan muy rápido, ya que lo que realmente te importa es la solución técnica que te van a montar y el modo de hacerlo.
¿Porqué no aprendemos y presentamos propuestas sencillas? Una propuesta debe tener, a nuestro juicio, la propuesta técnica, la de ejecución y por último (no por ello, menos importante), el coste. Poniendo estos apartados claramente, sin florituras, haría, por un lado, propuestas más fáciles de leer y por otro, más fáciles de comparar, lo que facilita la elección de la empresa que hará el trabajo.
De la forma en que se entregan, lo que suele ocurrir, es que la elección se alarga en el tiempo, más de lo deseado, separando la paja del contenido para poder hacer una buena comparación de las soluciones propuestas. Lo que no ayuda mucho a la rápida ejecución de los proyectos, ya de por si, con unos plazos, muy ajustados.
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