En muy poco tiempo, hemos conocido a varias personas, que fueron al médico, por poca cosa y les liaron de mala manera. Y es que el cuerpo humano es muy complejo y gracias a la medicina preventiva, se pueden aplicar soluciones a problemas futuros, antes de que estos sucedan.
De hecho, como lo que tengas sea algo, aparentemente más grave, es probable que te tengan que hacer una batería de pruebas, que por poco especiales que sean, te tendrán de gira por los distintos hospitales.
Todo evoluciona, así como hace 60 años, una persona de 50, era un anciano, ahora, con 70, todavía te tiene que quedar mucha guerra que dar. De hecho, de seguir así, la jubilación llegará tarde o temprano a los 80, por lo que será complicado, vivir los últimos años de tu vida, viviendo de las rentas.
Dicho todo esto y para terminar con la frase que da título a esta entrada, hay que ir al médico. Por lo menos, al de cabecera y que sea él que te organice los chequeos, para poder aplicar la medicina preventiva, que es la que realmente nos dará esa calidad de vida, sobre todo, al ser mayores.
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