En España, es muy típico salir. Se sale a tomar el aperitivo, se sale a comer, se sale a cenar, se sale a tomar unas copas, el caso es salir. Con esto de la crisis, parece que hay menos gente cuando sales, pero aún así, sigue habiendo mucha, por lo que la costumbre española, parece que se resiste a desaparecer. Y es que, por muy raro que nos parezca, casi siempre, el salir es último que reducimos. Antes nos hemos cambiado de coche, hemos eliminado el gasto de teléfono, de Internet, el plus,... pero una cervecita, ¿cómo nos vamos a quitar eso?
Cómo se nota que es verano y que, a pesar de tener jornada intensiva, algunos, si no tenemos nada que hacer en casa, somos capaces de quedarnos a comer, tomándonos unas cervecitas y así, no cocinamos al llegar a casa. Eso sí, como suele pasar casi siempre, esto beneficia al empresario, ya que al final, siempre vuelves a la oficina, echas una mirada al correo, ves si tienes algo pendiente y por fin, te vas a casa, a la hora de siempre. Y todo, por salir a comer.
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