Cuando llegan las vacaciones, los jefes se van de vacaciones y dejan los trastos del día a día a alguno, que maldita la gracia que suele hacerle. Porque, aunque en este blog, los jefes (sobre todo altos directivos), no salen muy bien parados, es cierto, que cuando te encuentras sustituyendo a alguno, hacen muchas cosas, a nuestro modo de ver poco productivas. Tienen muchísimos correos, que leer, muchas reuniones, el teléfono echando humo, en definitiva, mucho trabajo de pintarla. Es cierto, que nosotros, en este blog, ese tipo de trabajo nos parece una pérdida de tiempo. Pero no es menos cierto, que en mayor o menor medida, está instaurado en todas las empresas, por lo que debe ser, aunque no nosotros no lo veamos, necesario.
Por eso, cuando empiezas a tener algo de cercanía con esos puestos, puede tocarte cubrirle en vacaciones. Lo bueno que tiene, es que entre sus responsabilidades, está la de irse de vacaciones cuando la empresa está a medio gas, lo que hace que no sea tan traumático ese tiempo delegado. Pero está bien, para saber la cantidad de tonterías que se hacen y que antes o después, puede que te toque hacer a ti, si estás interesado en ascender y tienes estómago para hacerlo.
Si eres de los que está sustituyendo a alguno, piensa si estás demasiado cerca de llegar a ese nivel y si te compensa dejar el trabajo efectivo y que se ve, por el trabajo de pintarla y que suele entorpecer. Con un poco de suerte, si empieza a llegar gente con nuevas ideas, ese tipo de directivos, desaparecerán para que empiecen a nuevos directivos, que serán efectivos, por lo que volveremos a generar cosas, en lugar de dilatarlas en el tiempo.
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