Ayer probamos el Think City, un coche completamente eléctrico, que para cargarlo, sólo tienes que enchufarlo a la red eléctrica, pongamos, una noche (entre 8 y 10 horas). En la carga hace algo de ruido, pues un ventilador se encarga de refrigerar la batería para que cargue en su temperatura óptima.
La versión que probamos, es bastante normal y no tiene cuatro asientos, sino dos y una parte trasera diáfana. Al montarte en él y arrancar, la absoluta ausencia de ruido, te impacta. Luego sólo tienes que seleccionar la marcha y al igual que en cualquier otro coche automático, soltar el freno y a conducir. Nos ha sorprendido bastante, el empuje que tiene el coche desde el principio, ya que sólo con pisar el acelerador, el coche acelera todo el rato igual. Dentro del vehículo hay casi más ruido (los hemos identificado como aullidos), que fuera. Esos ruidos, suponemos que serán los distintos servomotores eléctricos, que use el vehículo para su funcionamiento, por lo demás ningún ruido. Si usamos la radio o el aire acondicionado, el consumo se dispara bastante.
En cuanto a las características curiosas, tienes posibilidad de usar el freno regenerativo, que aprovecha las desaceleraciones para recuperar esa energía, o no. Para usarlo sólo tienes que poner la palanca en modo E y el vehículo se encargará del resto. Si no quieres usarlo, en carretera, por ejemplo, no va a recuperar apenas energía, simplemente pon la palanca en D.
Es un coche altamente funcional, pensado para lo que su nombre indica, la ciudad. La autonomía, casi 200 Km (según el estilo de conducción de cada uno variará), es más que suficiente para el transporte de cada uno, de casa al trabajo y vuelta a casa. Conducirlo es muy divertido y sencillo, el único pero, que es bastante importante, es su precio, ya que sobrepasa los 30.000 €.
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