Nos pasa a todos, vas a ver a un amigo, te enseña tu casa y te guste más o te guste menos, al final, alguna idea te llevas en la mochila para hacerlo en tu casa.
Si además tienes pareja, la cosa puede ser peor, ya que tu amigo, puede tener un gusto distinto al tuyo, pero que a tu pareja le encante, por lo que puedes prepararte a tener un montón de ideas, que tendrás que hacer, casi con toda seguridad.
Y es que cada uno en su casa impone su estilo, que no es ni mejor ni peor, es su estilo, que aunque no te guste todo, algo te gustará. Pero siempre es bueno, porque puede darte la solución a cosas, que no tenías claro cómo resolver. De esto es de donde tiene que venir, por fuerza, los decoradores de interior, ya que tienen ideas, que ponen en práctica, cuando alguien les contrata. Pero como en todo, hay rangos. Alguien que es capaz de interpretar los gustos del cliente, de manera que sea capaz de ofrecer lo que busca y no se le ocurría y aquellos, que quieren imponer su estilo, le guste o no al cliente.
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