La verdad es que mantenemos muchas tradiciones, que no tienen demasiado sentido. Una de ellas, cada vez carece más del mismo y son las famosas despedidas de soltero y la típica última cena con el Novio/a.
Esto se solía hacer, porque hace mucho tiempo, el acceso a las juergas y demás, después del matrimonio, era más o menos complicado, además, al matrimonio se llegaba (o eso se decía), muy poco experto y entonces se empeñaban en que una señorita, te enseñase a comportarte la noche de bodas.
Por eso decimos, que antes tendría algo de sentido. Pero hoy en día, inexperiencia es lo que no hay y en muchos de los casos, los casados pasan tantas juergas después, como antes de serlo. Entre otras cosas, muchas veces, antes de casarse, las parejas viven juntas varios años, por lo que el casarse, no es más que un papel, que confirma lo que es un hecho.
Por lo tanto, ¿por qué mantener la tradición? A nuestro modo de ver, porque a los españoles nos gusta un sarao, más que otra cosa y si hay que celebrar que se cae una hoja en Otoño, se celebra y punto.
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