Cuando te marcas una meta, para la cual tienes que cumplir una serie de hitos, es muy importante no saltarse los mismos. Si te saltas algún hito, lo más probable es que no llegues a la meta.
Los hitos, no son otra cosa, que los puntos principales, por lo que tienes que pasar, para llegar al destino. Saltarse uno de ellos, implica no cumplir con el objetivo y por lo tanto no llegar a la meta.
En un entrenamiento, cada uno de los hitos, son los días de entrenamiento, cada uno de los cuáles está diseñado para hacer evolucionar tu cuerpo hacia el objetivo. Saltarse por lo tanto un hito, puede llevarte a tener una lesión y con ella, no cumplir el objetivo que tenías previsto con este entrenamiento.
Pero claro, si trasladamos todo esto a las empresas en España, la mayoría de ellas, lo entienden como puntos que se ponen en un plan, el cual tiene que cumplirse la fecha final, sí o sí. Por lo tanto, los hitos que se ponen son difíciles de cumplir, por lo que no os contamos, cómo suelen acabar los proyectos.
Por seguir el ejemplo del entrenamiento, es cómo si para correr una maratón necesitas, por decir algo, seis meses de entrenamiento, con un aumento de 7 Km más cada mes. Y alguien te dice que la tienes que correr en seis semanas, que tienes que entrenar aumentando, 7 Km a la semana. Lo normal, sería que te lesionases y la sexta semana, no corrieses la maratón.
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