Samsung Galaxy Mini

Ya tenemos en nuestras manos el móvil que da título a esta entrada. La verdad es que teníamos ganas de probar un móvil con Android y qué mejor que empezar por uno, que dicen que es, básico. Decimos "que dicen que es", porque teniendo el mismo sistema operativo, obviamente, las cosas que potencialmente puede hacer son las mismas que otro con ese sistema operativo. Pero claro, al ser básico, pierde en hardware. Tiene una pantalla, que no es tan perfecta como la de sus hermanos mayores, por ejemplo.

Ahora bien, dicho esto, el móvil, para el uso que le damos nosotros, es perfectamente válido, funciona muy bien y tiene un rendimiento aceptable. Nos preocupaba lo que decían en Internet, en cuanto a la duración de la batería. Decimos que nos preocupaba, porque al parecer duraba muy poco, pero claro, si tienes permanente activo el GPS, el Bluetooth, el WiFi y la conexión de datos, obviamente, el móvil se bebe la batería a un ritmo vertiginoso. De hecho, nuestra primera carga la hicimos por la noche de un día (21:00), apagamos todo el terminal de madrugada (2:00), esto es 5 horas sin parar de darle caña a todo y el día siguiente, dejando el terminal con todo apagado, recibiendo llamadas normalmente lo aguantó hasta las 17:30, que lo pusimos a cargar. Por lo tanto, se come la batería a un ritmo frenético, pues depende de como lo uses, como todos.

Por lo tanto, si desconoces Android, quieres un teléfono manejable (no tipo iPhone), que funcione correctamente, es tu teléfono. Si por el contrario quieres usarlo como mp3, cámara de fotos, GPS, datos, etc... todo a la vez, busca otro.