La vida, en muchos casos, es cómo el fútbol. Uno es del Real Madrid, del Barcelona, del Bétis, del Sevilla, del que sea y resulta que ya lo puede hacer mal, regular o bien, que para el forofo, lo ha bordado. Y si por un casual, su equipo pierde, es el árbitro que ha pitado fatal.
Pues bien, decimos que la vida es como el fútbol, porque, como decimos en el título de la entrada, si son los tuyos, todo lo hacen bien. Tu familia no se equivoca, siempre es la del contrario, tu partido político, lo hace todo bien, son las circunstancias, el jefe de tu amigo, es genial, porque el tuyo es el peor (es el único caso que se juega a la contra, en algunos casos, también sucede con la suegra), etc.
Pues estas consideraciones, no pueden llevar a nadie a buen puerto, ya que, lo normal, es que los tuyos, ni sean los mejores, ni los peores, simplemente son a los que tienes cariño u odio y como te afecta a ti personalmente, por el espíritu egoista que tiene intrínseco el ser humano, te parece que eres el más afectado en cualquier caso, pero no es así.
Por eso, es un placer oir muchas veces hablar a personas, que tienen claro que no siempre se lleva razón, que cuando alguien la tiene se la da y cuando no, se la quita. Esta forma de hacer las cosas, hace que el que hable con él piense y probablemente más que cuando habla con otro, que le da siempre la razón, por lo que lo pensado, por norma general, es de mayor calidad.
Así que para terminar, si quieres que los tuyos piensen y actúen, critícales cuando lo merezcan y lánzales flores, cuando se las ganen, seguro, que mejoran mucho.
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