Cuando nos olvidamos del origen

Ayer se montó mucho revuelo, con el primer tweet de la cuenta de twitter del congreso (@Congreso_Es). A la gente le parecía mal, que abriese la cuenta, con una felicitación de Navidad y una imagen de un Nacimiento, por aquello de que, al ser un Estado aconfesional, no debe pronunciarse.

La verdad, es que la Navidad, que seguro que todos los que han criticado el mismo, cuando alguien les dice ¡feliz Navidad!, responden de la misma manera, es más, incluso ellos mismos lo dicen abiertamente, no se dan cuenta del significado del mismo y es que la Navidad, es la Natividad del Señor y punto. Por eso no entendemos este revuelo. En las calles hay belenes, se hace cola para verlos, se cantan villancicos, que suelen ser religiosos, en definitiva, son unas fiestas, le guste a quien le guste, religiosas, como casi todas las que hay, por aquello del origen de las mismas.

Por lo tanto, si ese es el origen, es muy complicado separarlo, por lo que simplemente se asume. Y criticar el primer tweet por esa razón, lo único que nos da que pensar, es que lo habrían criticado, hubiesen puesto, lo que hubiesen puesto, ya que, lamentablemente, el ser humano es egoísta y o bien hay lo que él quiere, o el resto no vale, por lo que hay que criticarlo, sea lo que sea.