Seguro que os ha pasado a más de uno, llega vuestro jefe y os manda hacer algo, que complica el proyecto, porque la solución simple (muchas veces la mejor), requiere que tenga que pelear algo. La verdad, es que con jefes así, quien necesita ayuda.
Pues es uno de los estilos de dirección, que afortunadamente, o al menos esa suerte hemos tenido, no abundan. Y los que suelen hacer eso, es porque son bastante técnicos y por no oír a otros, prefieren que su equipo trabaje un poco más, a tener que convencer a otros.
Decimos que suelen ser personas bastante técnicas, porque a los técnicos, nos suele gustar sacar adelante las cosas, no liarnos a discutir del sexo de los ángeles, para, al final, hacer lo que dice el que, vulgarmente hablando, los tenga más grandes. Ahora bien, si eres un buen técnico, y llegas a la dirección, lo que debes hacer, es aprovechar la baza técnica, que no tiene la mayoría, para apretarles por ahí, de manera, que no tenga opción. Y será fácil, porque en cuanto le digas, tres o cuatro tecnicismos, en una reunión con más gente, tendrá que aguantarse y ceder. Sobre todo, si estos tecnicismos, los adornas con el peligro que supondría para el proyecto, hacerlo de otra forma.
Por lo tanto, si eres director, pon cabeza en todo lo que hagas o digas y déjate aconsejar. Las soluciones buenas, no las toma el que los tiene más grandes, sino el que lo piensa mejor.
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