Cuando se tiene un negocio, hay cosas que no se pueden descuidar.
Conoce mucho a tus clientes. Si tienes un cliente fijo y siempre tiene una pauta de trabajo, procura estúdialo e intenta anticiparte, de esa manera notará que intentas ayudarlo y lo valorará.
Cuando hagas una factura, revisa muy bien lo que haces, ya que jamás, deberías equivocarte. De hacerlo, el cliente puede pensar que le estás robando.
En definitiva, intenta, siempre, ponerte en su lugar, de manera que, al final, aunque no seas el más económico, e incluso, no seas el mejor, sí seas el que más empeño pone en cuidar al cliente y eso tiene mucho valor.
Para todo esto, la informática, juega un papel importantísimo, ya que gracias a ella, puedes dar datos de tus clientes a un ordenador, de manera que luego puedas explotarlos, consiguiendo el objetivo que te propongas. Estos programas, pueden ser hechos a medida para tu empresa, o bien, tener uno genérico (CRM), que son los que ayudan a hacer campañas, ofrecer cosas, etc...
Como decimos siempre, la informática está para ayudarnos, no para que unos cuantos se forren, a costa de vendernos cualquier cosa.
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