Cuando las prisas no son las mismas

Uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos en las empresas, son las prisas. Cuando un proyecto, una reunión, una tarea, en definitiva, lo que sea, necesita hacerse con prisa, lo más importante, es que esa prisa, sea la misma para todos los que participan. Pero claro, siempre hay clases y sólo se aprieta a uno de los participantes, por lo que el resto, como si fuese con él la película.

Por esta razón, es por lo que solemos decir, que cuando algo hay que hacerlo, sí o sí, la mejor manera de sacarlo adelante, es poner a todos exactamente en el mismo punto de mira. Si no lo haces así, estás perdido, básicamente, porque alguno se escapará y obviamente, la parte que le toque, no estará, lo que podría, según la parte que sea, hacer que el proyecto, reunión, tarea, lo que sea, directamente no salga adelante.

Así que si tienes potestad, para controlar esto, cuando mandes algo, pon una fecha, que te elaboren un plan y una vez aprobado, que cada parte cumpla con lo pactado y, por supuesto, no presiones sólo a una pata, sino a todas y cada una.