Por más que los políticos dicen que las cosas están mejorando, que ya se empieza a crear empleo, que las cosas van a mejorar, en definitiva, que hemos tocado fondo, a nosotros nos da la sensación que no es así.
Las cosas no mejoran y que ahora el paro baje, es normal, por las contrataciones eventuales de la época estival. Vemos que siguen haciéndose recortes en muchos sectores, que seguimos sin recibir buenas ofertas de empleo, en definitiva, que las cosas no se mueven.
Creemos que todavía nos queda, esperemos que no mucho, para tocar fondo, lo que es un problema. Y es un problema, porque cualquier chispa, pueden prender un gran fuego. Los políticos están haciendo que los ciudadanos normales, los que realmente tenemos el poder, aunque no lo creamos, empecemos a estar hartos y eso, es un problema.
La única esperanza que tenemos, pero que es una gran utopía, es que los ciudadanos normales, nos demos cuenta del poder que tenemos. Hace tiempo, no pasaba nada por ir sin teléfono, por estar en casa con velas, por bañarnos una vez a la semana (bueno, en algunos casos, podría ser un problema), por tener el dinero en casa, dicho de otro modo, podemos vivir, prescindiendo de cosas y si todos (pero tenemos que ser todos), empezamos a hacer nuestros recortes, los que cobran por esas cosas, se tendrían que empezar a preocupar.
Como decía el otro día un amigo, "en algunas ocasiones no se puede evitar que se abra un negocio, pero puedes hacer que cierre, simplemente no vayas", este poder, es el que deberíamos aplicar, para que alguno, por lo menos, se piense lo que está haciendo.
Somos muchos más los que estamos hasta el cuello, que los que viven en la abundancia a nuestra costa, acabemos con ello.
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