Las vemos muy a menudo en las empresas. Los directivos, en lugar de pensar en lo que es mejor para la empresa (que es su obligación), se dedican a pensar, cómo puedo conseguir ascender un poco más. Ésta filosofía, sin lugar a dudas, es la responsable de la mayoría de los problemas en las empresas.
La competitividad, bien organizada es buena y de hecho, en muchos de los casos productiva, pero en el momento, que la competitividad, pasa a un segundo plano y los que la deben organizar bien, no lo hacen, convierte la empresa en una carrera, al más puro estilo autos locos, que lo único que consigue es tener, muy arriba, gente poco preparada y que no sabe organizar una empresa, en definitiva, una mala dirección.
Y este, y no otro, es el problema que tenemos en España y por el que no conseguimos ser competitivos fuera, salvo contadas ocasiones de empresarios, que entienden la empresa como lo que es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta lo que quieras, pero no lo uses para hacerte publicidad, o el comentario será eliminado.