Muchas veces, cuando llega un cliente a pedirnos ayuda, no es que necesite nuestra ayuda, es que no sabe lo que quiere. Cuando requieres la ayuda de alguien, en primer lugar tienes que tener muy claro lo que quieres, para solicitar ayuda en lo que necesites. Pero si no lo tienes claro, la otra persona, por mucho que quiera ayudarte, lo que hará será divagar en una solución, que quizá no sea la que te conviene.
Un buen consultor, cuando llegues con las ideas poco claras, debe decirte claramente, que puede ayudarte a ver qué es lo que necesitas, pero que tienes que ser tú, el que lo tengas claro, ya que si no, lo que se haga, no te servirá. Lo que suelen hacer las empresas consultoras, es aprovechar tu debilidad, ya que no tienes claras las cosas, para venderte lo que quieren, y luego cobrarte por las modificaciones que necesites hacer, para tener lo que realmente necesitas.
Por eso insistimos mucho en que antes de llamar a una empresa, para que te haga algo, reflexiones mucho lo que quieres, incluso, lo plasmes en un papel con tus palabras, esquemas y demás, de esa manera, cuando llames a la consultoría, tendrá bastante claro lo que necesitas y te lo hará prácticamente a tu gusto.
Y otras de las cosas que tenéis que defender, es que no os vendan lo que no queréis, si lo que os enseñan no os queda claro, rechazarlo y que lo hagan bien, porque si no, os tocará más tarde arreglar la chapuza.
Hay que tener claro, que con las consultoras, los clientes somos nosotros y debemos exigirles, de otra manera, nos tomarán el pelo.
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