Hace unos días, circulando por la autovía de circunvalación M50, en Madrid, nos encontramos que por una de las salidas de a vía, entraba un vehículo. Llamamos al 112, para alertar de la situación, ya que no cogíamos esa salida y por el carril central, poco más podíamos hacer.
Lo que más nos sorprendió, es que el conductor siguiese adelante, bien es verdad que con los cuatro intermitentes y muy despacio. Eso nos lleva a entender que, aunque los demás nos asustemos, el que va sentido contrario, en muchas ocasiones, todavía más.
Y es lo que nos dio la sensación que le ocurría al conductor, ya que el hecho de poner los cuatro intermitentes, además de ir tan lento y bastante pegado al arcén, indica que sabía que algo no iba bien. Lo que no entendemos es que no parase y esperase al mejor momento, para dar la vuelta, eso ya no nos cuadra. Pero claro, el miedo es libre.
En estas fechas, en las que hay muchos desplazamientos, por favor, poner mil ojos a las señales. Es fácil equivocarse, pero de verdad, que entrar en una autovía, como la M50 de Madrid, en sentido contrario, es por ir excesivamente despistado.
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