No es tan importante saber algo, como saber transmitirlo. Y es que, al hablar con seguridad, a tu interlocutor le transmites esa seguridad. Hace tiempo, nos pasó algo curioso, a uno del equipo le preguntaron por el significado de RAE (Real Academia Española), a lo que contestó muy serio, Radioaficionados Ancianos Españoles, a lo que le contestaron, mira que bien, jubilarte, tener una afición y montar una asociación, se lo diré a mi padre. Obviamente, nos echamos a reír y le explicamos el correcto significado. Y es que, como decimos, lo importante, es decir las cosas convencido, el resto, llega solo.
En el trabajo, no puede ser de otra manera. De hecho, en muchas ocasiones, la misma persona, para unos es muy colabora y ayuda en lo que puede y para otros, simplemente es una piedra en el zapato. En la mayoría de los casos, para el que es tan eficaz, lo es porque confía en esa persona y para el que no, es por lo contrario, le genera desconfianza.
Esto sucede, incluso, aunque las personas no se conozcan, ya que el hablar, no necesita verse, por lo que tu tono, tiene que mostrar esa seguridad. Al igual que los teleoperadores, deben mostrar la sonrisa telefónica y también, por descontado, la seguridad, así tenemos que hacer nosotros, si queremos que en el otro lado nos traten bien.
Y no nos liamos más, que creemos que la idea es clara. Cuando hables con alguien, no titubees, habla con propiedad y no dudes, en caso de equivocarte, llama y admite tu error, eso, le dará más seguridad al que tienes al otro lado, ya que se quedará tranquilo, porque no vas a engañarle. Ponerlo en práctica, veréis, como todo os funciona mejor.
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