Cuando te sientas delante de un PC y ves que todo va lento, que te conectas a Internet y va lento y empiezas a desesperarte, puede ser un buen momento para cambiar de PC, o bien, para ver qué le pasa al tuyo, para que vaya tan lento.
Obviamente, lo primero que se debe hacer es ver cómo está el PC. Hay que revisar si tienes muchas tareas abiertas, demasiados programas abiertos, incluso ver si has instalado y desinstalado demasiadas cosas. En muchos de los casos, si quitando tareas que no utilices como el bluetooth, que todo el mundo tiene activado y no usándolo precisamente, o cerrando programas, sólo dejando aquellos que estemos usando, ya tendremos más velocidad. En caso de no ser suficiente, siempre podemos pasar a reinstalar el PC, formateándolo, de manera que esté, como cuando lo compramos y sólo, si así, sigue igual, podemos pensar en la obsolescencia programada, tirarlo y comprarnos otro.
Aún así, sobre todo en el caso de Internet, no siempre (por no decir casi nunca), el problema esté en el PC, muchas veces son los portales, los que no están optimizados y por lo tanto poco puedes hacer tú, para que funcione mejor.
En cualquier caso, el título de esta entrada, "la lentitud", es lo que nos desespera a todos, ya sea por lo lento que funciona el PC, al trabajar con él, como lo lenta que es, a veces, la comunicación.
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