Cuando decides hacer algo y se lo propones a alguien, que se presta a ayudarte, pero su idea es un poco distinta a la tuya, puede llegar un momento en que no te quede más remedio, que volver a tomar el control.
Normalmente, ese tipo de "negocios", el problema suele estar en el dinero, una parte, quiere gastar poco y a la otra le da lo mismo. Pero, como se suele decir, lo barato sale caro y en muchas ocasiones, por ahorrarnos unos euros, lo que conseguimos es alargar los plazos de entrega, en el caso de las obras, acortar la vida útil del aparato en el caso de los electrodomésticos, y así, con muchas cosas.
Por eso, si en algún momento, quieres hacer algo y alguien se ofrece para ayudarte, no pierdas en control y lleva las riendas de la tarea, de no hacerlo, te pueden llevar a un terreno, del que puede que sea complicado salir.
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