Mira que insistimos veces, el correo electrónico es una herramienta que debe usarse con extrema precaución, ya que, en cuanto te descuides haces algo que no querías y ya no hay vuelta atrás. En general, el uso de Internet es así, todo lo que hagas tiene efecto inmediato y no puedes, de una manera sencilla, echarlo para atrás.
Ayer nos ocurrió algo muy curioso, precisamente por el uso descuidado del correo electrónico. Resulta que solicitamos la baja de un servicio, de una página web, por correo al administrador, ya que en la web no encontrábamos la posibilidad de hacerlo. Al poco tiempo, nos contestan, que lo suyo sería que lo hiciese por la web y que si quería la baja por correo electrónico, sería necesario enviarles el CIF escaneado. Con las mismas, les contestamos, que ya que para el alta no lo habían solicitado, no entendíamos que para la baja sí, además, les explicamos, que lo habíamos intentado por la web y fue imposible. Y en este punto es donde el uso del correo, falló. La persona que se escribía con nosotros, nos contesta, refiriéndose a un tercero, con el que había hablado y que procedía a la baja, para no hacer ruido con el usuario. Esto es, en el para, en lugar de a nosotros, debería tener puesto, el destinatario correcto, cosa que no hizo.
Por eso, volvemos a insistir, antes de dar a enviar, en cualquier cosa que hagáis por Internet, ya sea un correo electrónico, un formulario de una web, incluso un juego en línea, verificar lo que estáis haciendo, porque una vez que pinchéis en el botón, ya no hay vuelta atrás.
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