Es alucinante, como en las empresas, cuando llega el momento de hacer algo, salen expertos hasta de debajo de las piedras. Es más, si lo que se va a hacer, además tiene importancia para los "altos mandos", entonces sale todavía más gente a la palestra, para lucir el palmito, esto es, para hablar por hablar.
Y es que, hablar por hablar, como es gratis y nadie se va a acordar si lo dijiste o no, probablemente salgas reforzado, si la cosa va bien y no te enterrarán, si sale mal. Y es que, cuando se habla, todo el mundo sabe que hablaste, por lo que si va bien, te felicitarán y si va mal, te puedes desmarcar, diciendo que no te hicieron caso, ya que nadie se acordará de las estupideces que dijiste.
Por eso, nosotros, siempre somos partidarios de los equipos expertos. Entendiendo por equipo experto, aquel grupo de personas, que llevan bastante tiempo gestionando el proyecto y lo conocen de sobra. Este equipo, y no otro, debería ser el único que podría pronunciarse a la hora de definir las líneas de actuación, ya que de hacerlo otro, lo más probable es que lo haga mal.
Pero cada vez más, vemos cómo cuando algo es importante, en lugar de potenciar a los que lo conocen, se entrega el proyecto a expertos, que no lo conocen, pero eso sí, siempre hablan, de lo que no tienen ni idea. Y así nos va.
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