Después de las campanadas, hemos probado la funcionalidad de WhatsApp de las listas de difusión. Creamos las diferentes listas por la tarde del 31, de manera que luego, después de entrar en el año, tomando las uvas y los pertinentes brindis, pudiésemos felicitar el año con tres mensajes a todos los que queríamos hacerlo.
Pues bien, la experiencia fue brutal, ya que, como suele suceder en WhatsApp, cuando mandas un mensaje a alguien, te contesta y claro, en el mismo momento, mandamos un mensaje a cerca de 100 contactos, por lo que os podéis suponer la escandalera que montó el teléfono, y lo saturada que se quedó la pantalla del WhatsApp. Otro efecto colateral, fue la rápida descarga de la batería, que aunque eran pocos datos, son muchas conexiones de comprobación y uso de 3G.
Pero a parte de la experiencia, que fue única, nos gustó la prueba que queríamos hacer, que era ver cómo funcionaban realmente esas listas y como bien dice WhatsApp, el que recibe el mensaje percibe que es para él y sólo para él, como el CCO del correo electrónico, por lo que es una perfecta manera de comunicar cosas a diferentes equipos, de manera que si alguien tiene una duda, no conteste a todo el grupo, si no sólo al que comunica.
Y otra cosa curiosa, es que todos los que estábamos cenando, después de las uvas, estábamos con el WhatsApp y el que no lo tenía, estaba, totalmente desenganchando, por lo que, realmente, el WhatsApp, es una auténtica locura.
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