Dentro del equipo, siempre surgen discusiones acerca de cómo llevar las cuentas. Hay una parte que las lleva diariamente, controlando hasta el último céntimo gastado y otra parte, que cree que da lo mismo y se puede hacer en cualquier momento.
Después de tener muchas veces esta discusión, a principio del año que nos dejó, acordamos que dos personas llevasen las cuentas, obviamente, uno era de los defensores del control diario y otro de los, vamos a llamar, despreocupados. Ahora, una año más tarde, hemos hecho el cierre de cuentas, no es que sean muchas cosas, algunas cervezas, reuniones diversas, etc... pues bien, el que llevaba las cuentas al día, las tenía perfectamente cuadradas en menos de una hora y el otro, después de tres días, todavía tenía dudas de dónde habían ido a parar algunos fondos. Si esto es así, en unas cuentas cutres como las nuestras, no os podéis ni imaginar, lo caótico que puede ser, en las cuentas de una casa, y no os podéis imaginar, las de una empresa.
Por eso, y ahora basados en la experiencia, llevar siempre las cuentas al día, esto, en momentos de crisis como este, es especialmente útil, ya que tienes controlado, en todo momento, dónde y de qué manera se gasta el dinero, pudiendo hacer los recortes oportunos, que consigan, que llevar la crisis, sea más sencillo.
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