En una empresa, es fundamental que las cosas funcionen. Por ejemplo, en un banco, si quieres hacer una transferencia, es necesario que esta se haga. Pero claro, como el dinero no es de verdad y dependemos de las máquinas, no siempre es así y resulta que, al que pensabas que estaba hecho, no era así. Unas veces, el problema puede ser tuyo, ya que puedes pensar que habías hecho algo y no fue así, pero otras muchas, por fallos varios, se queda sin hacer.
Este caso, nos ocurrió el año pasado, ya que tenemos una cuenta entre todos los integrantes del blog y sólo se puede sacar dinero con la firma de dos, a la vez. Por este matiz, si haces una transferencia, necesitas la firma de otro del grupo y si no, no se hace. Esta cláusula, fuimos a quitarla al banco, y aunque nos aseguraron que estaba quitada, continuamente nos pedía una segunda firma. Y claro, como no puede ser de otra forma, cuando fuimos a recuperar un movimiento, resulta que no aparecía. ¿Qué problema hubo? que la transferencia se quedó pendiente de firma y al no firmarla nadie, desapareció.
Ahora nos exigen un documento, como que está pagado y no lo tenemos, ya que no se pagó, a pesar de hacer la transferencia uno de los autorizados. Por eso, si haces algo, y afirmas que funciona, asegúrate que es así, ya que, de otro modo, quedarás mal con tus usuarios / clientes.
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