Ayer leímos una noticia sobre un avión que desalojaron, por la broma de un pasajero a su mujer. La broma consistió, en que el pasajero mandó un WhatsApp, a su mujer informándole que había varias personas, con aspecto islamista. Y su mujer, ni corta ni perezosa, llamó a las autoridades, que se personaron al aterrizaje del avión, para su desalojo. Y es que bromear está bien, pero lo memos que se puede hacer, es contar que estás bromeando, ya que, de no hacerlo, lo más probable es que exista algún malentendido y ocurran cosas, como ésta del avión.
De todos modos, en el caso del avión, además de la recomendación de no bromear, creemos que quizá sean excesivas las medidas que se están tomando, ante todo este tipo de avisos, ya que por un WhatsApp, se mande a las autoridades a desalojar un avión, con la alarma que causa, nos parece demasiado. Como solución, en lugar de hacer lo que hicieron, quizá podrían haber hablado con el avión, de manera que identificasen al pasajero y le comentasen lo de su mujer, momento en el que habría sabido, que era una broma, sin crear alarma.
Pero no hicieron eso, montaron el número y además, el que mandó el WhatsApp, será denunciado, por desorden público. Sinceramente, como hemos dicho, se nos está yendo la mano demasiado, en demasiadas cosas.
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