Seguro que lo habéis visto en más una ocasión, cuando un proyecto está funcionando, los usuarios están contentos, las cosas salen, y el equipo está integrado, de repente, llega alguien que pierde la visión global del proyecto y tira todo por la borda.
Muchas veces, no se saben las razonas por las que se pierde la visión global. Pero en otros muchos casos, esa pérdida de visión, viene determinada por intereses personales, algo que debería ser inadmisible y, por supuesto, motivo de despido.
En muchos casos, esos motivos personales, son ascensos, acuerdos con proveedores, tapar carencias, en definitiva, cosas que nada tienen que ver con el proyecto y que, en muchos casos, acabarán con él.
Una vez más, insistimos en la importancia de llevar los proyectos, con un equipo, que se profesionalice en ellos y que sean capaces de atacar, tanto los cambios, como las incidencias, de una manera rápida y eficaz. Cualquier otra cosa que se plantee, para llevar un proyecto, es casi seguro que fracasará o, al menos, no funcionará como debe y la satisfacción del usuario, se irá por los suelos.
Por ello, nunca perdáis la visión global del proyecto, y en caso de ver que se pierde, intentar que alguno del equipo, que todavía la tenga, decida qué hacer y a quien cargarse, para evitar que lo que se acabe, sea el proyecto.
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