La convivencia es sencilla, "tu libertad acaba, donde empieza la del vecino". Respetando eso, la convivencia es sencilla, el problema viene, cuando alguna de las partes, piensa que su libertad, va más allá de donde empieza la del otro.
Un ejemplo fácil de convivencia, es vecinos que tienen plantas, cuando las plantas de uno de ellos, invaden las del otro, éste, tiene todo el derecho del mundo a solicitar que las quite, ya que no son suyas, ni quiere tenerlas. Si el que tiene las plantas, piensa que está en su derecho, porque él las planta, y luego ellas deciden dónde ir, está equivocado. De hecho, en este ejemplo, se ve claramente donde acaba la libertad de uno y empieza la del vecino y es, en la valla de separación.
En otros ámbitos, las cosas son más complicadas, ya que, por ejemplo en el trabajo, dónde empieza la libertad de uno y de otro, en las tareas encomendadas a cada uno, en que el proyecto salga bien. Dependiendo de cómo se vea, quizá alguien puede pisar el trabajo de su vecino, si con ello, el proyecto funcionará mejor. Pero claro, si el que tiene que hacer un trabajo, se lo quita su vecino, por mucho mejor que vaya el proyecto, está pasando por encima a su compañero, lo que no está bien.
Por eso, en el trabajo, la convivencia se basa en que las cosas funciones bien, que el proyecto marche sobre ruedas y que entre los compañeros, el trato sea correcto, cualquier cosa que se desvíe de esto, será una mala convivencia por parte de quien lo genere.
Para terminar, sólo decir, que tener buena convivencia con tu entorno, te traerá más alegrías que tristezas y con esa buena convivencia, conseguirás más cosas, que estando permanentemente enfadado con el entorno.
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