Muchas veces, te llama alguien y te pregunta por algo, y la respuesta que esperan es la pregunta que, aunque no lo parezca, está por debajo de la que te hacen. Por poner un ejemplo, que lo deja claro, si te llama alguien a ti, que eres director de una empresa, preguntándote por si tienes algún proceso abierto para un puesto de trabajo en concreto, no quiere saber sobre el proceso y la forma de participar en él, lo que quiere saber es si puedes enchufar a alguien, saltándose el proceso.
Ésto, que es más común de lo que parece, es una pena, ya que el que hace la pregunta, no está pidiendo nada y el que contesta, en caso de darlo, lo hace, porque el primero no se lo ha pedido, al final, ambos, son, en cierto modo, unos corruptos. Además, esas mismas personas, son las que se escandalizan, cuando ven otro tipo de corrupción. Lo que no se dan cuenta, es que lo suyo, es corrupción igual y no hacen, aquello de lo que se escandalizan, porque no están ahí.
Nosotros pensamos que hay que ser muy íntegros y pensar, antes de hacer las cosas, si realmente lo que estamos haciendo es un principio de corrupción y que, por supuesto, nunca deberías hacer. Si todos y cada uno, pensásemos las cosas antes, probablemente, con el tiempo, no lo veremos ninguno de los que estamos por aquí, el mundo sería un mejor lugar para vivir.
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