Cuando algo va mal en una empresa, lo que se debe hacer, es solucionarlo y hacer que vaya bien. El problema viene, cuando el que hace que vaya mal, no quiera quedar mal. En ese momento, lo que se suele hacer es crear más cosas, para evitar decir que lo que hay hecho está mal hecho.
Con esa filosofía, en lugar de dividir gastos, lo que se hace es multiplicarlos, algo que no debería ser el objetivo de una empresa, que debe tener el mínimo gasto, para optimizar los beneficios. Por lo tanto, si los problemas, que lo que van a causar, son gastos, los tapamos, generando más gastos, el resultado será, reducir los beneficios.
Obviamente, este tipo de cosas, se ven en las empresas grandes, donde la reducción de beneficios, apenas se nota, sin embargo, las empresas pequeñas, tienen claro, que si quieren funcionar, tienen que optimizar procesos, reducir gastos y aumentar beneficios.
Pensar si en vuestra empresas, tapáis las cosas, o, por el contrario, hacéis que funcionen de manera óptima.
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