Asistimos muchas veces a reuniones, en las que se dicen que se van a hacer muchas cosas, pero no se personaliza "quién las va a a hacer", y claro, llega el momento, en que tiene que estar hecho y nadie lo tiene. Por eso, es fundamental, al acabar la reunión, hacer un acta, con las acciones a realizar y dejar claro el responsable de la acción, de manera que, al final, cuando llegue el momento, si hay que tirar de las orejas a alguien sepas a quien.
Lo malo, es que, salvo que alguno de la reunión, se tome la molestia de hacer ese acta y entregarla a los asistentes, para su seguimiento, lo normal, es que todos lo dejen pasar, hasta la próxima reunión, donde nadie se creerá responsable de las acciones pendientes y con un "creí que te encargabas tú", lo tiene hecho, para aguantar hasta la próxima reunión, en la que, si pueden harán lo mismo.
Por eso, y no por otra razón, es fundamental hacer actas, personalizando las acciones, para poder perseguirlas. Aún así, seguro que alguno, seguirá intentando escaquearse, alegando que no le ha llegado el acta, que la reclamó y nadie le dijo nada, en definitiva, que se escaqueará de hacer las cosas.
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