Cuando se abre un negocio, uno de los errores que lo pueden llevar al fracaso, es planificar cuando empezará a ser rentable. Si planificas el momento en que tiene que ser rentable y en base a esa premisa, planificas el resto, lo más probable, es que no llegues y tengas que cerrar, porque todo lo han basado en eso.
Lo mejor, es pensar que, sobre todo el primer año, tendrás pérdidas, y para evitar eso, tendrás que trabajar duro, cambiando cosas, según sea tu clientela y, por supuesto, escuchar mucho a tus clientes y a tu entorno, de manera que siempre, tengas vivo el negocio y lo lleves a la demanda existente.
¿Por qué tiene que ser así?, porque si pretendes que el resto tenga que acomodarse a lo que tú decidas que es lo correcto, o bien eres el único, por lo que podrás apretar, o bien, te arruinarás, a cambio de favorecer a tu competencia.
Así que, como decimos en el título, a la hora de abrir el negocio, ten paciencia, escucha a todos y evoluciona acomodándote a tu entorno, seguro que, al final, el negocio funciona y podrás vivir de ello. De cualquier otro modo, al final cerrarás y no te quedará mas que un mal recuerdo de lo que querías hacer y no fue.
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