En las empresas, cada vez que se solicita el cobro de un gasto, por parte de un empleado, se le suele pedir la factura de dicho gasto. Es algo normal, si siempre lo pides, pero el problema, a nuestro modo de ver, es cuando sólo lo haces, cuando la cuantía reclamada por el empleado, es alta. De hacerlo de esta forma, lo que haces, es que tu empleado piense, que desconfías de él.
Como hemos dicho muchas veces, las empresas han evoluciona, en nuestra opinión, a peor. Ya que han pasado de considerar a sus empleados, su forma de ganar dinero, por lo que les trataban bien, procuraban que estuviesen a gusto y que se implicasen con la empresa. Ahora, el empleado es un gasto, que impide que la empresa gane más dinero, primer error, por lo que actúan conteniendo sueldos, ajustando gastos que ocasionen, etc... de esta manera, aumentan sus beneficios, pero se cargan la implicación del empleado, lo que a la larga, les mermará las ganancias, y por lo tanto los beneficios.
Pero seguiremos evolucionando en esa línea, insistimos, a nuestro parecer, errónea, ya que los mercados mandan y los que asesoran a las empresas, todos, aconsejan lo mismo, recortar gastos, independientemente de la forma de hacerlo y sin estudiar cada caso. De esta forma, lo que se consigue, casi siempre, es un servicio de peor calidad, lo que conlleva pérdida de clientes, y, al final, el efecto contrario, al que se pretende.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta lo que quieras, pero no lo uses para hacerte publicidad, o el comentario será eliminado.