Casi siempre, cuando la empresa nos entrega un ordenador portátil, un teléfono, en definitiva, algo que le supone un gasto y que vas a utilizar tanto dentro, como fuera de tu puesto de trabajo, te obligan a firmar un documento, en el que dice que sólo lo usarás, para cosas de la empresa. Y claro, un teléfono, normalmente lo usarás, para todo, una conexión a Internet, también, el ordenaros portátil, lo mismo, un coche, seguro que lo usarás para cosas particulares. Pero la empresa, te obliga a firmar eso, y se reserva el derecho de abrirte un expediente cuando le venga en gana.
Pero claro, cuando la empresa firma contigo, o peor, cuando la empresa firma con tu empresa, el acuerdo de trabajo, que es por ocho horas, con un horario, un tiempo para comer, etc... eso, no tiene que respetarlo. Pues entonces, que no nos vengan luego con que hemos usado su material, para otro tipo de cosas, no relacionadas con el trabajo. Si la empresa se pasa tu contrato, por el arco del triunfo, entiendo que los trabajadores nos podemos pasar sus documentos de uso del material, por el mismo sitio.
Es lo mismo que cuando te hacen firmar, que todo lo que hagas para la empresa es de ellos y que no puedes quedarte con el conocimiento. ¿Qué hacemos entonces cuando acabamos la relación empresarial? ¿Le dejamos nuestro cerebro como prueba que nuestro conocimiento no saldrá de allí? Como veis, las tonterías que hacen las empresas, lo único que consiguen, como siempre, es enfadar al empleado y que cada vez, tenga menos ganas de hacer las cosas, y, por descontado, que cuando tenga oportunidad de gastar para algo personal, dinero de la empresa lo hará. En definitiva, aplica la famosa frase de, "en el sueldo me engañarán, pero en el trabajo, ya me encargo yo".
Por lo que si quieres que tus empleados te respeten y sean productivos, respétalos, verás como, al final, todos funcionáis mucho mejor.
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